jueves, 7 de mayo de 2009

Entrevista a Alan en Irlanda

La que sigue es la transcripción que The University Observer (Irlanda) hizo de un encuentro entre Alan y un gran número de estudiantes, en abril pasado. Traduje la mayoría -es muy extensa-. Alan habló de todo ante un nutrido grupo de estudiantes. Que la disfruten! (los subtítulos son míos).


El renuente villano

"De dónde sacas eso? He estado actuando durante 35 años y esos 5 ó 6 roles han sido una pequeña parte de mi carrera!". Alan Rickman responde una pregunta sobre su afición por interpretar a tantos villanos. Si bien es cierto que después de salir de la Real Academia de Arte Dramático (RADA), ha actuado en una variedad de papeles desde el Tibalt de Shakespeare al coronel Brandon en Sentido y Sensibilidad, su imagen más siniestra parece haber quedado grabada en la memoria de la audiencia.


Sentado frente a una masa de estudiantes en el Teatro P del Newman Building, hay un aire de Severus Snape en la conducta de Rickman. Es restringido, casi vacilante, y su profunda voz es lenta y ligeramente inquietante cuando responde a las preguntas. Al igual que con su personaje en pantalla, Rickman posee una refinada sofisticación -su modo de hablar es elocuente, casi poético y se entremezcla con ingenio-.

LA ORUGA DE BURTON

Rickman ha escogido su próximo papel: una oruga. Explica que se ha unido al macabro circo de Tim Burton y su distorsionanda adaptación del cuento fantástico de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, luego de haber trabajado con el excéntrico director en Sweeney Todd. Rickman explica que, como parece ser la norma con Burton, la producción de este trabajo es poco menos que surrealista: "Creo que será mi cabeza en una oruga animada. Quiero decir, Tim Burton tiene una mente como un recinto ferial".

Alicia en el País de las Maravillas se fija para ser lanzada en 2010, pero Rickman habla de las dificultades de trabajar en una película para niños: "Estamos luchando con Disney. Ellos están preocupados por tener un personaje (la oruga) que fuma", añade, rodando dramáticamente sus ojos al cielo.

EL RECUERDO DE MICHAEL COLLINS
Del surrealismo a la representación biográfica, Rickman es experto (y alabado) por su metamorfosis y cohesión en el momento en que toma un papel. Sin embargo, con ciertas funciones, descubrió que es necesario pisar con cuidado para evitar controversias. Confirma que en la discutida Micheal Collins de Neil Jordan, a pesar de su malestar acerca de la representación de Eamon DeValera en la película, no tenía intención de hacer el villano que muchos sostienen que se consideraba. Rickman, cuyo padre es irlandés, recuerda que en una lectura del guión, Jordan se le acercó y le preguntó: "¿Todavía odias a DeValera?". Niega que eligió interpretar al ex-Primer Ministro irlandés y presidente con una luz negativa y contrarresta las críticas de que DeValera fue retratado como vinculado al asesinato de Collins: "Por supuesto que al igual que con los roles, hay una cierta delicadeza que debe aplicarse, pero no creo que la película haya indicado que DeValera tuvo influencia en la muerte de Collins".


CASI LE DICE QUE NO A ROWLING
Cuando se decidió la adaptación de los libros de Harry Potter en la pantalla, la autora de la obra, JK Rowling, insistió en que Rickman desempeñara al siniestro Severus Snape. Sin embargo, a pesar del apoyo de la autora, Rickman explica que estuvo algo dudoso acerca de tomar un personaje así: "Le dije a Jo Rowling: 'Mira, no puedo interpretarlo a menos que lo conozca'. Luego me dio un poco de información elíptica que al principio no entendí. Era información que no había contado a nadie más, ni siquiera a su hermana, pero me dio lo que necesitaba para tener en Snape".

¿Y QUE HAY DEL CORONEL BRANDON?
"Yo era muy cuidadoso al respecto. Cuando leí su trabajo (de la autora Jane Austen), fue ese tipo de momentos en que quieres mostrarle a la gente lo hermoso que es. Fue todo un reto, especialmente con la ropa. Tienes que llevarla durante semanas, sólo la práctica de la forma de caminar... y aprender a ir al baño. Pero a mí me gustan las limitaciones. Son buenas para una función. Ayudan a aplicar la imaginación a la historia. Al igual que con mi cabeza de goma en Galaxy Quest".

ALAN Y LA FAMA RELATIVA
Rickman ha optado por una vida privada relativamente más allá de la atención. Es rostro de la más famosa saga de películas que tienden a atraer cierta atención, pero nada en comparación con la de otras celebridades. "La fama es relativa. Quiero decir, cuando estás con Johnny Depp, te das cuenta de que 'No tengo nada de qué preocuparme'. Cuando vives en Londres como yo, ser famoso no es realmente un problema. La gente simplemente se queda en la acera sin venir hacia ti. En Nueva York no hay sistema de clases, la gente pasa y te dice 'como en tu trabajo', honesta y directamente y sigue caminando. Pero es difícil ser famoso cuando eres inglés; está la idea de que tienes que volver al pequeño autobús. 'Las cosas en su caja' debería ser el emblema nacional".

¿¿¿UN TUBO DE DESAGUE???
Sobre las críticas negativas a su trabajo, Rickman no se ve afectado por los comentarios: "Recuerdo estar leyendo una crítica que decía que tenía una voz que sonaba como saliendo de un tubo de desagüe. Siempre va a haber alguien que te odia. Simplemente no puedes dejar que te afecte", dice. Inevitablemente, con cualquier forma de arte, las peores críticas a menudo son auto-infligidas. Rickman admite que él es su propio y más duro crítico y no puede verse a sí mismo en su propio trabajo: "Nunca veo mis películas. De verdad. Lo único que veo son mis errores. En teatro, no puedo verme a mí mismo y ser objetivo, por lo que me va mejor en algunos aspectos".

MENOS CINE Y MAS TEATRO
Habiendo comenzado su carrera en teatros, Rickman posee una afinidad duradera para la escena. Expresa su interés en centrarse más en este lado de la actuación y dirigir en el futuro. En 2005, Rickman dirigió la aclamada por la crítica Mi nombre es Rachel Corrie, una obra basada en los diarios de una estadounidense de 23 años que murió tras ser golpeada por una excavadora israelí. La obra se estrenó en el Royal Court Theatre de Londres, donde Rickman fue honrado por el público que le dio el Theatre Goers’ Choice Awards por mejor director.

Su entusiasmo por los papeles más inusuales en la pantalla (Dogma, Galaxy Quest y, de hecho, Alicia en el País de las Maravillas), parece traducirse también a funciones de teatro: "Me encanta la nueva escritura. Me encanta ver lo que pasa en la cabeza del escritor y decir '¿Dónde diablos hizo eso?'", dice Rickman.


Para un actor que fue encasillado como villano, Rickman es una paradoja de la versatilidad estable.

4 comentarios:

Centurienne dijo...

hey Laura, gracias por traducirlo!!!

este hombre es un encanto ♥

Anónimo dijo...

Podrías poner el link a la entrevista original???

Laura dijo...

Te dejo el link de la entrevista original

http://www.universityobserver.ie/2009/04/28/the-reluctant-villain/

Anónimo dijo...

Siempre ame a Rickman. Definitivamente el mejor de los mejores...!