domingo, 28 de diciembre de 2008

17/3/04: La Capital de Mar del Plata

Diario La Capital de Mar del Plata (17.03.04)
El actor británico Alan Rickman, invitado del Festival
“NO SE QUE QUIERE DECIR INGLES”


Sobre todo irónico, dijo que la característica de flemático que rodea a los ingleses no es más que un estereotipo. Explicó por qué considera que todo lo que hace conlleva una visión política.

Para el intérprete británico Alan Rickman, "cada vez que un actor sube a escena o se pone frente a una cámara, protagoniza un acto político porque cualquiera sea el mensaje, el actor está diciendo ante una audiencia cautiva de qué se trata la vida. No importa el tema, sino la visión detrás de lo que está escrito".

"Es muy excitante venir a la Argentina y ver los cines llenos de gente, con un público que busca respuestas no sólo sobre la situación política, sino respuestas sobre ellos mismos. Desde este punto de vista, cualquier película en la que me vea involucrado será un cine político, pero de manera más amplia". Así definió, en el seno de una conferencia de prensa que se realizó en el Hotel Hermitage, su trabajo actoral, en cine y en teatro, que ya le valió un amplio reconocimiento internacional. Por eso la organización de este Festival de Cine decidió invitarlo -es una de las personalidades más conocidas- a fin de que brinde una clase maestra.

El público podrá recordar varias interpretaciones memorables del inglés nacido en Londres en 1946 bajo el nombre de Alan Sidney Patrick Rickman. Se convirtió en el monje ruso Rasputín en Rasputín su verdadera historia, uno de sus trabajos más logrados. Se unió al elenco de Sensatez y Sentimientos de 1995, dirigido por Ang Lee y en el que trabajó junto a Emma Thompson y Hugh Grant. Con Kevin Costner compartió Robin Hood, y en 1988 junto a Bruce Willis participó en Duro de Matar.

Ultimamente, los más chicos lo tienen visto en la saga de Harry Potter, donde interpreta al profesor Severus Snape tanto en La Piedra Filosofal como en La Cámara Secreta. Su experiencia también se extiende al plano de la dirección: hizo un cortometraje sobre los deportes de alto riesgo que se pueden realizar en la Argentina para la señal Discovery Channel, al tiempo que estuvo detrás de cámaras en la película The Winter Guest protagonizada por Emma Thompson y la madre de ésta, la actriz Phyllida Law.

"Hacer una película significa mucho para mí. Es un compromiso dirigir, porque si te vas a pasar un año o 18 meses filmando la historia tiene que valer la pena, tiene que ser fuerte y valerosa", reconoció sobre el trabajo de dirección antes de comentar sus últimos proyectos. Actuó en una película realizada para HBO sobre un médico cirujano y próximamente lo espera el rodaje de un filme en España, siempre que se lo permita su compromiso con la producción de Harry Potter, con la que sigue relacionado.

"Soy un privilegiado, desarrollo una profesión que me permite saltar de un personaje de shock a otro como en Harry Potter. Y trabajar para Hollywood es una buena oportunidad para interpretar personajes con características", observó acerca de la ductilidad de su labor.

"Nunca he llegado"
Vestido de negro y con una piel rosada que cuida del accionar de los rayos solares, el actor resultó amable pero siempre lejano, con el sesgo que podría identificar a un "lord" de cualquier plebeyo.

No obstante, se protegió de los lugares comunes: "No sé qué quiere decir inglés", dijo y negó que su personalidad sea flemática, inalterable, una cualidad con la que se suele identificar a los británicos. “Creo que se trata de un estereotipo. Decir inglés también es decir John Lennon y Wiston Churchill", ejemplificó con una sonrisa que apenas se dibujó en su rostro y que usó como remate de sus ironías, actitud que repitió en varias ocasiones.

“El problema de ser actor es que nunca triunfás. Mi percepción es que nunca he llegado, no llegué a lo que mi imaginación había pensado que iba a llegar -contó sobre las exigencias de la profesión-. Uno de mis héroes es Fred Astaire, que debe ser uno de los actores más perfectos que se hayan visto".

Consultado sobre la clase de papeles que le suelen ofrecer, el actor reconoció que la inglesa sigue siendo una sociedad clasista, por lo que es difícil que le propongan personificar a obreros, roles que nunca abordó. "No me ofrecen papeles de trabajador, pero no pierdo las esperanzas", aclaró.

También confesó que le interesa desafiar a los directores de cine que lo convocan guiados por ideas preconcebidas sobre su capacidad actoral: "Me gusta cuando saben quién soy y resulto alguien distinto de lo que pensaban, ésos son los papeles que más me gustan porque cada vez, más y más, me interesa el factor riesgo".
En Mar del Plata, ciudad que no conocía como tampoco Argentina ni Sudamérica, se dedicó a ver películas, algunas japonesas, la británica Kiss of life de su compatriota Emily Young, y asistió a la función de El abrazo partido de Daniel Burman. "No conocía el cine argentino", señaló.

"Iría a cualquier festival de cine, porque es el momento adecuado, la celebración adecuada de algo importante. La prueba de esto es ver los cines llenos de gente, porque contar historias forma parte de una necesidad humana y los festivales responden a esa necesidad", expresó el actor antes de ponerse a firmar autógrafos para los fanáticos que siguieron de cerca sus frases y compartieron con él sus ironías. "Le dije a Pino Solanas que puede venir a Inglaterra a hacer una película sobre Tony Blair", rió.

NOTA: este material es producto de una búsqueda propia. Si lo copian, por favor coloquen el link del blog. Gracias

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