martes, 30 de diciembre de 2008

Robin Hood, Prince of the Thieves (1991)


ROBIN HOOD, PRINCIPE DE LOS LADRONES
(Robin Hood, Prince of the Thieves)

USA 1991. Director: Kevin Reynolds. Genero: Aventuras (adaptación de la novela de Berkley). Reparto: Kevin Costner (Robin of Locksley); Alan Rickman (Sheriff of Nottingham); Morgan Freeman (Azeem); Mary Elizabeth Mastrantonio (Marian Dubois); Christian Slater (Will Scarlett); Michael Wincott (Guy of Gisborne); Geraldine McEwan (Mortianna); Michael McShane (Friar Tuck); Brian Blessed (Lord Locksley). Sinopsis: El noble Robin vuelve de las cruzadas y se sitúa al borde de la ley para luchar contra el malvado Sheriff de Nottingham, que gobierna sus tierras de forma despótica y causando mal a sus súbditos, hasta el extremo de haber confiscado las propiedades de varios nobles de su jurisdicción, entre ellos la del propio padre de Robin. Éste se refugia con sus seguidores en el bosque de Sherwood. Desde allí planea los ataques contra el Sheriff.

* Backstage: Si bien aprender a montar a caballo no le sirvió de mucho para Quigley Down Under, fue importante para obtener este papel. Aunque las escenas en que monta son poquísimas.

* No es raro que Alan le haga ‘retoques’ al guión. En Robin Hood fue el creador de una de las escenas del final, donde a las apuradas el Sheriff intenta consumar el casamiento con Marian. La escena en que están los dos en el suelo y él le abre las piernas a la chica, fue su idea. Por otra parte, se tomó tan en serio el papel de malo, que agregó estas líneas al guión: “Voy a arrancarle el corazón con una cuchara”. “¿Por qué no con un hacha, primo?”, le pregunta el otro personaje. “Porque con la cuchara DUELE!”, responde nuestro querido Sheriff.

* A algunos no les va bien eso de hacerse las estrellas. Sino, pregúntenle a Kevin Costner, que llegó al plató muy creído tras ganar el Oscar por Danza con lobos. Exigió que le restaran protagonismo a los demás personajes, para así quedar él como la figura indiscutible. El problema fue que Alan no escuchó el mensaje (o no quiso), la cosa que hizo uno de los mejores papeles de su vida. Kevin se la vio venir y una vez terminado el rodaje, ‘influyó’ a gente de la producción para que cortaran algunas escenas del inglés presintiendo que le robaría la película. ¡Buen presentimiento, Kev! Porque una vez estrenada, la crítica dijo que lo mejor de la película fue Alan, llegando a calificar su trabajo como “no simplemente superior, sino por las nubes”. Se ganó un premio BAFTA cuando Costner ni siquiera fue nominado, y como golpe de gracia, el muñequito más vendido fue el del Sheriff. Al final, Alan fue el verdadero “príncipe de los ladrones”: se robó la película y dejó a Kevin en ridículo. ¡Y eso que le borraron escenas!

* Y para los que quieran ver estas escenas suprimidas, salió al mercado Robin Hood, príncipe de los ladrones. Edición Especial, un DVD doble que incluye, entre otras cosas, 12 minutos de imágenes nunca vistas, entre las que se cuentan las que le borraron a Alan. ¡El regalo de cumpleaños perfecto para Kevin!

* Opino yo: La película completa la vi 4 veces. Es entretenida, aunque ahora cada vez que la dan por tele, sólo miro las escenas de Alan. Desgraciadamente, al igual que en Quigley Down Under, hay larguísimos lapsos en que nuestro héroe no aparece y hay que soportar las salamidades de Robin y Marian. Pero vale la pena esperar: si nunca vieron la película, les garantizo que las críticas no son exageradas, Alan es lo mejor. Y sí: la escena final sólo la vi una vez (con qué gusto habrá hundido ese puñal el Kevin...). La perlita: el intento de matrimonio entre el Sheriff y Marian.

TRAILER



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